Mi nombre es Atteneri. Soy una guionista canaria que ha dado muchos tumbos buscando su lugar, sin darme cuenta de que para encontrarlo solo tenía que volver al punto de partida. Canarias es sin lugar a dudas un sitio en el que las historias cobran vida y desde hace un tiempo he dedicado mi trayectoria a contar lo que ocurre en estas islas tan desconocidas para muchos.
Islabentura para mí es LA CONVOCATORIA. Descubrí mi vocación cuando hace seis años esta iniciativa apareció en La Palma. Me presenté y, aunque no lo conseguí, algo en mí despertó. Eso que llevaba años queriendo experimentar: la ansiada vocación. El esfuerzo y el empeño que le puse a mi carrera como guionista durante todo este tiempo me llevó hasta el 1 de abril de 2024. Cuando vi mi nombre en la lista de elegidos no me lo podía creer. La llamada de María José Manso, la directora de Islabentura, fue la confirmación, ¡estaba dentro!
Ya no solo es haber entrado, si no que todo se ha dado bajo el mejor escenario posible. Había presentado tres historias y justo la seleccionada fue la película de terror: Tras la vela, una historia a la que le tengo un cariño especial. Mi tutor es David Muñoz, ¿qué más podía pedir? Un grande del género, profesional y mejor persona. Además, me tocó una de las mejores compañeras de isla, Marga Dorao, seleccionada con su serie Astro en Lanzarote.
Pronto comencé a trabajar en la película. Soy bastante ansias, por lo que me puse manos a la obra desde que pude. En una primera reunión con David repasamos los puntos fuertes y los puntos débiles para intentar depurar la historia. Por otro lado, junto con el cabildo de Lanzarote y la Film Commission, empezamos a plantear las posibles localizaciones en la Graciosa para ir a tiro hecho cuando estuviera allí. Quiero destacar el trabajo tan maravilloso que hicieron Esther García, junto con Ismael Curbelo y Oyana Peyrard. Gracias a ellos pude ver todo lo que necesitaba para la documentación de mi historia e hicieron que la estancia en la isla fuera increíble.
¡Y por fin llegamos a Lanzarote! El lunes 22 de abril Arima León, otra de las seleccionadas, y yo, llegamos al Gran Hotel de Arrecife. Allí nos estaba esperando María José y la maravillosa Lorena Martín junto con el increíble equipo de Muak Canarias y la agencia creativa Espabila. Siempre a nuestro alrededor, silenciosos y trabajadores como nadie. Muchas gracias por el esfuerzo, el cariño y el maravilloso material que han sacado día a día.
Esa misma noche nos conocimos todos. ¿Qué cómo fue ese encuentro? Mágico. Parecía que nos conocíamos desde hace años, rápidamente estrechamos lazos y nos conectamos los unos con los otros. Solo habíamos compartido una noche, pero separarnos al día siguiente fue duro. Antes de la despedida pudimos disfrutar juntos de una excursión por Lanzarote, gracias otra vez al cabildo y a la Film Commission de la isla.
Al día siguiente comenzó la marcha. Mi compañera de isla Marga Dorao, Oyana de la Film Commission y yo, emprendimos rumbo al archipiélago Chinijo. En el barco comencé hablando con unos de los marineros que muy gentilmente me llevó hasta el capitán del barco, Melquiades Romero, originario de La Graciosa. Él me habló de la conexión marítima entre Lanzarote y La Graciosa en los años 80, de cómo las líneas regulares empezaron en el 83 en un pequeño barco llamado Jorge Luis. Me quedé con él hasta que atracaron el barco, enseñándome desde esa posición privilegiada los puntos a los que tenía que ir.
Al bajar en el puerto de Caleta del Sebo, seguí las directrices del capitán y fui directamente hacia donde estaba la gente más mayor de la isla. Allí los llaman “el ministerio”. Me encontré a dos señores la mar de simpáticos que me contestaron a todas las preguntas que llevaba en mi libreta. Mención especial a Benjamín, que mostró un gran interés en responderme a cada una de mis cuestiones. Después llegó nuestra guía, Inma. Una graciosera que nos llevó en un todoterreno por toda la isla.
En el camino fuimos a ver el pueblo de Pedro Barba, visitamos el cementerio, fuimos a la iglesia y, por último, entramos en el pantanal con la intención de buscar el barco de los 80. Justo llegó su actual dueño y al vernos sacando fotos nos dejó entrar en él para verlo más de cerca. ¡Marga y yo no lo dudamos ni un segundo!
Al terminar la travesía sentí una conexión brutal con la isla de la Graciosa, estuve muy poco tiempo allí, pero recibí tantas cosas que aún estoy aterrizando. No viví en los años 80, pero todos sus habitantes hicieron que lo conociera a través de sus palabras. ¡Gracias a todos!
Después de unos días intensos de documentación, el viernes volvieron nuestros compañeros desde sus respectivas islas. Marga y yo vivimos muchas aventuras, pero también queríamos saber las suyas. En la cena de ese día no se hablaba de otra cosa. Anécdotas, risas, pensamientos, … Una experiencia inmersiva de la que no queríamos despertar.
El sábado tuvimos dos talleres maravillosos. El mañanero con Cristina Calle y Elena Alonso, quienes nos guiaron hasta el interior de nuestras historias, y el pitch inevitable de Josep Gatell, que nos llenó la clase de sorpresas y risas. Entre medias una comida espectacular y como cierre de la semana, una cena cóctel para despedirnos.
Espero con muchas ganas la semana de julio, aunque sé que de aquí a allá no me voy a aburrir. Ahora toca sentarse, recapitular y organizar la documentación para poder encarrilar la historia y avanzar con ella de la mano. Lo maravilloso de todo esto es que gracias a Islabentura sé que no estoy sola en este proceso…