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Almudena Vázquez MiguelProceso Creativo

CONTAGIARSE DE COVID EN UNA BODA Y PROCRASTINAR

A veces la vida nos pone a prueba.

Faltaba poco más de un mes para la entrega y yo estaba animadísima con mi peli hasta que esa vieja chocha llamada PROCRASTINACIÓN decidió llamar a mi puerta. Empezó a mandarme mensajes: ¿Para qué vas a avanzar trabajo si puedes darte un atracón al final y disfrutar del proceso cual perra ahogándose con un hueso? ¡En el sufrimiento es donde está el verdadero arte! Yo intentaba no escuchar, pero la Procrastinación es fuerte. ¿Es una patología? No lo sé, quizá debería mirármelo.

El caso es que me gusta decir que sin deadline no soy nadie, y es verdad. Hay gente que es capaz de organizarse con meses de antelación, de entregar el guion de un capítulo el viernes aunque tenga de plazo hasta el domingo para librar el fin de semana. Yo no. Yo soy muy de entregar a las 23:59. Necesito esa fecha límite que me ponga las pilas a pesar de que apurar tanto me haya traído más de un disgusto. No puedo luchar contra ello. El destino siempre gana y con el envío de “Pagar el cubierto” no iba a ser distinto.

Pero…

Esta vez el destino me tenía una sorpresa preparada: una boda en Italia a tres semanas de la entrega.

Tal y como me dijo mi tutora, metí la libretita en mi absurdo bolso enano y me planté allí haciendo chistes: “Estoy documentándome”, soltaba entre canapés y vinos, mientras me reía como la malvada de una película infantil. Pero cuán horror me tenía el destino preparado. ¡El covid no ha terminado! ¡Y me tuvo que pillar a mí! ¡En una boda! ¡Justo antes de entregar mi película de bodas! Yo, que hasta el momento me había librado. ¿Era acaso una señal?

Algo era, desde luego, porque me dejó fuera de juego mientras escuchaba a mis amigos decir que a ellos se les había pasado en dos días o que eran directamente asintomáticos. Pues yo no. Yo sufrí mis diez días de confinamiento autoimpuesto, con dolores de cabeza que me amargaban la existencia. ¿Acaso hay un complot del sector de las bodas contra mi persona para que no descubra sus más oscuros secretos con este guion? Cada día que daba positivo me ponía más nerviosa y me sentía más culpable mientras la Procrastinación me miraba a los ojos metiéndome miedo. “Deberías haber avanzado más… No vas a acabar la película…”.

Pues la acabé. Y con covid. Vale, es una primera versión, todavía tiene mucho que mejorar. Pero he ganado el primer asalto, que es el más difícil 🙂

Destino, chúpate esa. Estoy feliz.