El industrial tabaquero canario Eufemiano Fuentes Díaz fue secuestrado en la madrugada del 2 de junio de 1976 en el término municipal de Santa Brígida, en Gran Canaria. El autor del secuestro pidió un rescate de 900.000 dólares –unos 60 millones de pesetas de la época-, en una nota que dejaron a la esposa del señor Fuentes Díaz antes de abandonar el domicilio. El secuestro tuvo lugar a las 4,30 de la madrugada, cuando en el chalet se encontraban solamente Eufemiano Fuentes y su esposa, Antonia Naranjo, ya fallecida. El guardián de la finca, que dormía en una casa próxima, no se apercibió de ninguna anomalía, ya que los hechos se desarrollaron en silencio y con rapidez. El secuestro lo perpetró una sola persona, que se introdujo en el dormitorio del matrimonio propietario de la vivienda, despertando a Fuentes y a su esposa y conminandolos a guardar silencio.
Es un caso sin resolver, donde una de las teorías era que el propio Eufemiano Fuentes ficcionó su muerte.
Otra teoría es que le mató o le pudo ayudar a simular su muerte, el criminal conocido por el nombre de “El Rubio”.