Miércoles 25 de noviembre.
Salgo de Sevilla con la idea de realizar un reto personal y profesional, hacer un pitch. Solo pensar en ese momento me suben las pulsaciones y el sudor aparece.
Es el último encuentro, una oportunidad única que intento no sobredimensionar para evitar más presión. Pero lo cierto es que me voy a sentar con parte de la industria cinematográfica más importante de este país.
¡Último encuentro en Lanzarote!
Jueves 26 de noviembre.
El primer día por la mañana visitamos El Bosquecillo. Llegamos hasta esta coordenada 29°07’35.6″N 13°31’19.0″W, un lugar para recodar y volver a visitar. Sembramos diferentes especies endémicas. Junto a mi compañera Laura siembro un tarajal.
Después vamos al Mirador del Río, en el Macizo de Famara, tiene unas vistas espectaculares. Los acantilados, la isla de La Graciosa y la gran variedad de tonos azules.
Estas visitas y actividades de la mañana consiguen disipar la preocupación al pitch.
Por la tarde llegamos al Castillo de San José, donde hacemos un ensayo del pitch. Voy largo, tiene que ajustarse a cinco minutos.
Guillermo García-Ramos es es increíble, un experto en pitching, ha conseguido motivarme y guiarme para buscar el mejor tono, estructura y contenido.
Viernes 27 de noviembre.
Madrugo para quitar alguna diapositiva de la presentación y hacer un último ensayo en la habitación de hotel.
Volvemos al Castillo de San José. Mis compañeros de laboratorio hacen unas presentaciones espectaculares. Llega mi momento y descubro que la clave es pensar en disfrutar el pitch. El cerebro hace un “plic” y consigo entrar en ese estado. Salgo sonriendo y con ganas de contar mi película. Es una comedia, me siento cómodo, mas de lo que creía. Veo que hay gente que se lo pasa bien. No es un pitch perfecto, pero me he divertido y lo he conseguido. Eso mola.
Por la tarde llega otro de los momentos que no son fácil de repetir, sentarse cara a cara con los responsables de cine de grupos de comunicación y productoras.
Mi sorpresa es grata, a muchos le ha gustado mi historia y quieren leer el guion. Me halaga que productoras canarias vean el potencial de esta película.
Sábado 28 de noviembre.
Lanzarote tiene una atracción especial, su arquitectura, paisajes. Visitamos el Parque Nacional de Timanfaya, el Volcán del Cuervo, viñedos… En esa visita sigo manteniendo contacto con la industria.
La gala y entrega de premios se realiza en los Jameos del Agua, otro lugar impresionante. César Manrique dejó una profunda huella en Lanzarote.
Siendo consciente de la gran profesionalidad de mis compañeros y lo interesantes de sus proyectos no me esperaba llevarme ningún premio. Pero mi sorpresa fue mayúscula, recibo el premio CIIF Market.
Domingo 29 de noviembre.
De vuelta a casa reflexiono sobre lo vivido.
El último encuentro en Lanzarote ha dejado momentos mágicos en mi retina. Sembrar un tarajal en El Bosquecillo. Disfrutar de una fiesta en los jameos del agua, que suba la marea a media noche y mojarte los pies mientras bailas en una pista de baile inundada.
Las organizadoras, unas auténticas hadas madrinas, las super LMN.
Son pocas, pero con una capacidad de trabajo impresionante y una organización impecable. LMN porque siguen el orden alfabético perfecto (Lorena, María José y Natacha).
Muy importante en estos meses ha sido el apoyo y asesoramiento de Gran Canaria Film Commission con Nuria Guinnot y Yamiley.
Islabentura es una oportunidad única, te pone frente a productoras que hacen películas de verdad, se sientan contigo y te escuchan con entusiasmo. Es alucinante.
No puedo olvidad mi mentor, Fernando León de Aranoa, es todo generosidad y con un gran sentido del humor.
Hemos conocido una tierra, hemos escrito sobre ella y sus gentes, nos hemos enamorado de ella. ¿Y ahora qué?
Y ahora GRACIAS, ISLABENTURA.