Ya están: Biblia, Dossier y Piloto. Sonrisa “de ojera a ojera”.
El movimiento genera movimiento.
Desarrollar las bases de una serie diaria en solitario en cinco meses es una empresa atrevida. He disfrutado tanto pensando, ideando, planificando, generando tramas, personajes, espacios, conflictos, moviendo piezas… (¡Cien post-its!) que repetiría sin pensarlo. Ha sido un no parar de imaginar.
Recapitulando.
El laboratorio se me ha pasado volando. Parece ayer cuando tomaba el primer vuelo a las islas. Nunca había estado en ellas y me han dejado enamorada: Gran Canaria, Fuerteventura, Tenerife y Lanzarote. (En cuánto tenga ocasión, al Hierro, a la Palma, a La Gomera y a la Graciosa. ¡Tengo que verlas todas!)
Sus paisajes son muy distintos, y están colmados de historias: Como ejemplo, en la misma Fuerteventura en la que está el almacén de empaquetado que me inspiró, se han rodado escenas de El dictador, de Sacha Baron Cohen.
Estoy deseando ver las series y películas de mis compañeros. Cuando observas que cada una de las historias que hemos creado son tan diferentes entre sí, te das cuenta de la riqueza visual y narrativa de estas islas, tan capaces de inspirarte.
Gracias.
Es curiosa la sensación de llegar a destino. Ha concluido un viaje inolvidable a través del espacio y la ficción. Una aventura que he vivido acompañada de los mejores compañeros: Maite, Bea, Sergio, Mayte, Alejandro, Willy, Inda, Fran, Lidia, Goya, Juan L., Judith y Juan S. Ha sido un regalazo poder compartir tanto amor hacia la escritura (Y al jolgorio) con guionistas como vosotros.
Gracias a todos los que formáis Islabentura Canarias, a Canary Island Films, a Natacha, Lorena, María José, a Julia, a Muak Canarias, a Daniel, por inspirarnos, apoyarnos y cuidarnos tanto. A mi tutora, Virginia, porque es una fantasía aprender con ella. A Jordi, Ana, Fernando, Lola, Diana y Curro, porque son majísimos y es una maravilla escucharlos. A Guillermo, Luis, Marta, Tomás, Peter y Guillem por compartirnos tanto. Gracias a las Film Commission de Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, a los cabildos, a todos los que apoyan este laboratorio tan bonito.
Gracias a todas las personas que conocí en Fuerteventura, a Fabián, a Cynthia, a Arturo, a Lele, al Archivo Municipal de Puerto del Rosario.
Gracias a la Asociación de Mujeres del empaquetado de tomates de Canarias. Fue bellísimo conocer a Domingo, a Teresa y a Gloria, y visitar con ellos el Museo de la Zafra. Gloria, gracias por abrirme las puertas de tu casa y mostrarme el Barranco de Guayadeque.
Y, gracias, por siempre, a Berti, por compartirme su testimonio con tanto cariño y generosidad, propiciando que emprendiera este viaje. Escucharte ha sido un privilegio inolvidable.
Próxima estación…
Aunque el laboratorio haya concluido, el trabajo no ha terminado. Toca seguir escribiendo y compartiendo La zafra. Las palabras no se frenan hasta que se emite el fin.
Y, cómo no, también toca gestar ideas nuevas, porque descubriendo las islas se me ocurrieron unas cuantas. Si escribes, no te lo pienses, postúlate. Mueve acción, sé protaguionista. Cuenta las historias que nadie cuenta.
¡Sigo creando!
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