(…) En la isla, en medio de la guerra, no había tiempo ni tampoco lugar donde buscar palabras mejores que explicaran las cosas. Rodolfo Fogwill, Los Pichiciegos.
La escaleta es cosa seria. Y árida. Y difícil. El papel lo aguanta todo y una sinopsis también, pero ponte tú a aterrizar todo lo que prometiste en la sinopsis en una estructura que cumpla unos mínimos dramáticos y narrativos y encima sea verosímil. Esa es la magia de las historias: todo el mundo te puede contar un «qué» pero lo difícil es contar los «cómos», aunque también es lo divertido.
Antes de ponerme a escaletar nada, decidí que iba a puntear toda la serie (mentira, lo decidió Diana y a me pareció estupendo). Puntear es el paso previo a escaletar, que es, en definitiva, ir reduciendo las tramas a mini puntos de giro siguiendo la lógica del «Y por esto, pasa esto otro». Mi compañero Hugo (gracias por los memes) lo explica súper bien en la segunda entrada de su blog y no tenía ni idea de que los guionistas de South Park (mis padres) lo aplicaban. Yo a este proceso lo llamo punteado pero seguro que cada guionista lo llama de una manera y lo hace diferente: tarjetones, post it (esto lo explica también muy bien Marga en su segundo post) etc etc etc.
Tras una tutoría con Diana en la que mi punteado se convirtió en una cosa que molaba (inserte su meme de antes y después aquí) me puse, y aún ando en ello, con la escaleta del primer episodio. Para mí es trabajar en el piloto antes de cerrar un dossier porque así conozco mejor a mis personajes, veo como hablan y como reaccionan, me hago preguntas que no me había hecho, cambio cosas y me río más. Cuando me agoto del curro en la trinchera, vuelvo a la documentación y tiro de los maravillosos libros que me he encontrado: “Canarias, otro volcán”, “Memoria de la Nación Canaria” y “Recuerdos de una lucha”, también al estupendo docu “Cubillo, historia de un crimen de Estado” de Eduardo Cubillo (gracias, compa), para recordarme que estoy haciendo comedia de algo que para muchos canarios fue algo muy serio. Y lo sigue siendo. En todo este proceso es maravilloso también volver a pelis que ya viste, desde el prisma de estar escribiendo algo parecido o que aspira a ser por lo menos la mitad de parecido. Me pasó con “El Negociador” y me volvió a encantar. Nada, ese es el dato.
Es muy gratificante escribir EXT.EL LAJIAL/LA RESTINGA– DÍA o EXT. CARRETERA FRONTERA – DÍA cuando sabes que vas a estar escribiendo desde allí en muy poco tiempo. Sueño conmigo mismo escribiendo o tomando notas con una dorada helada, unas lapitas y un bocatito de pata. Sé que eso tiene más que ver con pegarse la vidorri que con escribir, pero es que para escribir bien hay que pegarse un poco la vidorri, ¿no? O dicho de otra manera, bastante nos cuesta escribir (el pelo, en mi caso) como para no disfrutar de oportunidades como Islabentura, donde podemos sacudirnos el síndrome del impostor y el miedo a que te echen (Nota a la organización: No nos podéis echar, ¿no?) (Nota a la organización 2: Lo de la dorada y tal era por crear una imagen en el lector, no tanto porque lo vayamos a hacer, o sí, ¿se puede?).
Os dejo con un enlace a la lista de Spotify que me hice para trabajar cuando empezaba a desarrollar el proyecto, porque creo que es la música que tendrían Joaquín y Bernardo en las cintas de su coche viejo con la chapa comida por el salitre. https://open.spotify.com/playlist/26T3JQEOWNs8zPqTGBdyrz?si=d092937bdd83422f