
En Islabentura vas a documentarte unos días y regresas como si hubieras estado un año fuera de casa. La primera visita ha sido una oportunidad fantástica para ver localizaciones, empaparme del carácter de la isla donde transcurre mi historia, Tenerife, y también para conocer al grupo que forma parte de la aventura de este año.
Los primeros días tuvimos ocasión de conocer a los tutores, a los compañeros y a algunas de las personas implicadas en la organización del proyecto. Y todo esto en plena excursión al Teide con parada en las Lagunetas, la Laguna y otros lugares espectaculares de la isla. Como mi historia transcurre precisamente a lo largo de un viaje, podría decir que mi proceso de documentación estuvo en marcha desde el minuto uno.
Uno de los objetivos que cumplí fue hablar con José Gregorio González, investigador de asuntos enigmáticos de las islas y apasionado del misterio en general. El viaje de “Ucanca” está vinculado de alguna forma a la ufología y José Gregorio es toda una fuente de conocimiento y anécdotas relacionadas con eso y mucho más. Hablar con él me sirvió para salir con el cuaderno cargado de historias nuevas e incluso con algún replanteamiento de la que estoy trabajando. Me pasa casi siempre cuando me documento: surge algo que me trastoca, que me abre algún agujero en la historia -con el consecuente tirón de pelos- pero que a la larga hace que el guión sea más sólido, mucho más simple en el buen sentido. La realidad te proporciona a veces soluciones menos enrevesadas a las películas que te montas a veces en la cabeza para llegar a algo.
El resto de la documentación tuvo mucho que ver con visitar lugares preciosos, ir a excursiones molonas y comer rico. Síganme para más detalles de cómo sentirte LA ESTAFADORA DE ISLABENTURA.
Admito que al principio me sentí un poco fraude, sí, pero qué le vamos a hacer. Tengo un guión en el que hay gente viajando por Tenerife. Es lo que hay. Otro año escribiré sobre alguien que trabaja en la oficina de objetos perdidos de Parla, para compensar.
Ahora todo lo que diga, evidentemente, va a sonar a que estoy justificando mi presencia en Canarias, pero juro que estos días por Tenerife me han regalado más de una secuencia para la película. Una conversación, una expresión, un paisaje… hay muchas cosas que uno echa a la saca cuando tiene la película en la cabeza. Y pueden venir de cualquier parte, cuando uno está con los ojos abiertos y practica la escucha activa.
Y luego está esa parte emocional de la documentación que a veces no te da ni una secuencia ni un personaje ni un diálogo, pero sí un estado de ánimo. Y de eso también ha habido mucho este viaje. Tengo una historia súper terrenal, pero con personajes que pasan mucho tiempo pensando en lo que hay sobre nuestras cabezas, así que, independientemente de su conexión práctica con la historia, he decidido invertir parte de mi tiempo mirando al cielo.
Tenerife es uno de esos lugares con apenas contaminación lumínica, donde se intenta jugar a favor de esa joya que tienen en la isla: el Observatorio Astronómico. No hay tantos en el mundo y el de Tenerife es uno de los más importantes. Gracias a Volcano Teide, vi un telescopio por dentro y me acerqué un pelín al territorio de los astrofísicos. Una visita guiada que acabó de noche, a los pies del Teide, identificando la Estrella Polar y viendo a través de un telescopio portátil alguna galaxia lejana. De esto no hay foto. No hay nada que se pueda comparar con estar allí con los ojos abiertos.
Pero estamos en una isla, rodeados de mar. De eso también quería llevarme algo conmigo. Así que, de camino a Garachico, donde concluimos las jornadas en el Festival de Cine Medioambiental, hice una parada en Puerto Colón. Allí, con Almudena Vázquez, también participante de Islabentura y co-presidenta del Club de la Estafa, me subí en un barquito para ir a ver cetáceos.
¿Había necesidad? Por supuesto. ¿Apelando otra vez al nosequé emocional encubridor del hedonismo más descarado, Diana Rojo? Exacto. ¿Pero eso es algo de la película? No lo pienso contar. Es porque no tienes ni idea, ¿verdad? Mira, un delfín.
(Aprovecha y sale corriendo. No sin antes recomendar que leáis la entrada del blog de Almudena para confirmar que es merecedora de la presidencia del club del que os hablo. Y la del resto de mis compañeros, claro. Son gente estupenda y sus proyectos tienen una pinta brutal. Hasta la próxima).