También se ha localizado un cortometraje de animación en el que trabajó como director artístico
La Filmoteca Canaria ha localizado las únicas imágenes en color de Óscar Domínguez: las de su aparición en el documental Chez les Montparnos, de 1956, rodado unos meses antes de su fallecimiento, así como un cortometraje animado del que el pintor canario fue director artístico.
El doctor José Carlos Guerra Cabrera, estudioso de la figura y obra de Óscar Domínguez, a través de Aurelio Carnero, puso a la Filmoteca Canaria sobre la pista para estos hallazgos, en el caso de las imágenes en color. Se está trabajando para compartir estos descubrimientos fílmicos con el público, en una proyección prevista para después del verano, con presentación y coloquio posterior, explica la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias.
La existencia de estas imágenes se vislumbró cuando el doctor Guerra encontró una fotografía en la Biblioteca Kandinsky del Centro Pompidou de París, en la que aparecía el artista rodeado de focos de iluminación. En el reverso, una nota decía: Domínguez en su estudio de la calle Campagne Première, nº 23, durante la filmación de la película Chez les Montparnos. Con estos datos, la directora de la Filmoteca, María Calimano, se puso manos a la obra y encontró que en 1956 se había filmado un documental en color con ese título por el director y productor Claude Bernard, sobre la vida artística en el barrio parisino de Montparnasse.
En el documental, Domínguez aparece solamente unos segundos en su estudio, pero son las últimas imágenes en movimiento del artista tinerfeño, que falleció unos meses después, y la primera vez que se le puede ver en color. Se observa a Óscar Domínguez con un capote de torero, detalles de la decoración de su estudio y algunas de sus obras.
El documental muestra a varios artistas trabajando en sus talleres, así como la vida nocturna del barrio y los bares y terrazas donde se reunían, por lo que aparecen también algunos de sus amigos como el escultor ruso Ossip Zadkine, el pintor japonés Leonard Foujita, el pintor español Pedro Flores y el fotógrafo francés Marc Vaux, entre otros.
La película se conserva en el CNC (Centre National du Cinéma et de l’Image Animée) en París y el año pasado Filmoteca Canaria solicitó una copia de visionado tras localizar a la distribuidora propietaria de los derechos de exhibición. Esta solicitud propició que la empresa recuperara la película, procediera a su digitalización y que una copia ya esté en poder de la Filmoteca.
Hallazgo de un cortometraje
En paralelo, se ha hallado el cortometraje animado sobre la producción del acero del que Óscar Domínguez fue director artístico. La sospecha de la existencia de este filme viene al referirse a él Domínguez y Maud Bonneaud en una carta del 30 de noviembre de 1949, desde París, a su amigo el pintor Renato Birolli, que se encontraba en Milán. La misiva la encontró el doctor Guerra en Florencia, en el archivo Vissieux, donde la familia Birolli ha depositado el fondo documental del artista italiano.
La Filmoteca Canaria acaba de localizar el corto en technicolor, de diez minutos de duración, en el que se presenta primero el proceso de producción del acero a partir del hierro, su importancia en la vida humana, los desastres que ocurrirían en un mundo sin esta aleación y, finalmente, se destaca el papel crucial que tuvo la industria del acero en la economía de posguerra del Reino Unido.
Según el doctor José Carlos Guerra -miembro también de la Asociación en Defensa de la Obra de Óscar Domínguez- el corto contiene imágenes muy impactantes de calcomanías del pintor y de dibujos suyos muy interesantes, de impronta cubista, de una fábrica y sus hornos, y disipa la duda que existía sobre la autenticidad de pinturas de Domínguez como ‘L’Usine’ y ‘Hot Steel’, pues imágenes idénticas aparecen en esta joya de la animación. Además, el artista canario es también el autor del título inicial del corto.
En los créditos, Óscar Domínguez aparece como responsable de la dirección artística y el alemán Peter Sachs como director. Sachs, judío que se había exiliado en Londres en 1939 tras haber trabajado en cortos nazis de animación, fue el alma mater de las excelentes películas animadas producidas por los estudios londinenses Larkins a mediados del siglo pasado, en plena edad dorada de la animación británica. Y esta es, precisamente, la productora de este corto, en cooperación con The British Iron and Steel Federation, la organización que agrupaba a todas las empresas británicas que se dedicaban a la producción del acero.
El corto fue seleccionado por el jurado de la cuarta edición del Festival de Cannes para ser presentado en competición. Fue en 1951, el mismo año en que, entre otros, Luis Buñuel competía en la sección de largometrajes con Los Olvidados.