A quien dijo que segundas partes nunca fueron buenas, se le pasó tener en cuenta la segunda semana de IsLABentura Canarias. Porque si la primera vez en La Gomera y (brevemente) en Gran Canaria fueron extraordinarias, la estancia en Tenerife no se queda atrás.
En este mismo instante, hace tan solo siete días que volví de la isla. El retorno a la vida real. Y todavía siento un remolino de emociones cada vez que recuerdo todo lo vivido esos días. Ha sido un no parar, pero de esos momentos de no parar buenos, llenos de aprendizaje y locura guionística.
Las/los ponentes de las masterclasses, de diez. El equipo de Muak Canarias, de diez. Maria José, Lorena, Natacha, Julia, todo el equipo de IsLABentura y Canary Islands Film, de nuevo, de diez. Tanto yo como el resto de participantes estuvimos cada segundo en las mejores manos. Aprendimos sobre nuestros derechos como guionistas, sobre adaptaciones de teatro a cine y TV, sobre ventas internaciones, contenido transmedia y sobre cómo sacarle partido a nuestros proyectos para hacer un pitch excelente. Y por cierto, todas estas sesiones fueron abiertas al público en general, lo cual dice mucho de la humildad y profesionalidad que caracteriza a Maria José and company.
Pero no solo de aprender vive la mujer. Igual que en el cole, además de las clases y las conversaciones con las/los profes, también nos llevaron de excursión (con momentos musicales de autobús incluidos, por supuesto). Qué maravilla pasear por primera vez en mi vida por el mismísimo Teide, ¡y menudo viento! Del paraje más árido pasamos a una pequeñita playa donde nos pudimos dar un baño (con momentos musicales de ‘La Sirenita’ incluidos, por supuesto), que con el fresquito que hacía por las noches en La Laguna, apetecía mucho poder disfrutar de un chapuzón veraniego. Never forget también aquella comilona en una preciosa y enorme platanera donde, con nuestros sombreros de paja al más puro estilo cowboy (o estilo guiri, según se mire), parecíamos estar en medio de una de las haciendas de ‘Pasión de Gavilanes’.
Eso sí, si hubo un evento que nos llegó a todas y a todos a lo más profundo de nuestras almas, fue el el certamen ‘¿Y si contamos nuestra historia?’, en el que participamos como jurado de ocho relatos escritos por adolescentes canarias/os con mucho, MUCHO talento. Durante aquella jornada reí, pero sobre todo, lloré, lloré y lloré. Porque esa cantera de jóvenes escritoras/es supieron explotar al máximo la originalidad y el carácter emocional de sus obras, y por su fuera poco, nos conquistaron con su desparpajo y naturalidad (EL HOTEL). Como a las guionistas nos encanta eso de proyectar, pues ahí estaba yo, llena de lágrimas cada vez que me veía reflejada en esas caritas de ilusión en las que brotaba el sueño juvenil de dedicarse a la escritura.
Como digo, esta segunda semana de laboratorio ha excedido cualquier expectativa. Pero si algo ha prevalecido por encima de todo es la satisfacción de haber conocido mucho más en profundidad a mis compañeras y compañeros. En abril tuve la suerte de disfrutar de la compañía de Diana y Alejandro, y esta vez, también he podido estrechar lazos con el resto de islabentureras/os. En especial, durante esas comidas y cenas interminables; primero, porque no paraban de sacarnos platos y más platos, y segundo, porque nos quedábamos allí de charreta hasta que, literalmente, nos echaban. De verdad, qué gente más requetemaja. Qué corazones tienen. Y no solo eso.
Alejandro, mi bro gomero, además de ser todo simpatía y talento, tiene el don de hacerte sentir cómoda/o en todo momento. Y, oye, es especialista en hacer juegos de palabras (y stickers).
Bea es una súper guionista y una tía que destila empoderamiento (aunque ella aún no se lo crea). Por si fuera poco, es un amor de persona. Me encantan sus vestidos de señora de la posguerra.
De Fran admiro lo mucho que sabe, que es el primero que nos recolecta para seguir con la fiesta, y que como no le pares los pies te va a hacer spoilers de lo que sea (le sale solo).
Goya es, como decía mi yaya, un solete. Tan talentosa como humilde y buena persona. Y qué estilazo tiene. ¡Me ha encantado poder conocerla mejor en este segundo viaje!
Inda es lo que viene siendo un ser de luz. Todo simpatía, pelazo y buen rollismo canario. Imposible que no te contagie su sonrisa. Además, firme fan del género de terror, como debe ser.
Juan S. Ay, Juan. AY, JUAN. Es simpatiquísimo, talentosísimo (todo los premios de guion pa’ él) y, lo que es más importante, gran compositor de canciones de Amaral.
A Juan L. he podido conocerlo mejor esta vez ¡y qué suerte! Buena gente, un padrazo y alguien que cumple sus promesas (fue a votar con el sombrero tinerfeño que nos regalaron. Touché).
Judith, otro ser de luz isleño. Me transmite toda la serenidad que me falta y posee una creatividad innata (¡escuchad su podcast!) ¿Lo mejor de ella? Lo mucho que quiere a su perrete.
¿Ves a esa chica que no para de sonreír? Es Laura, optimista acérrima, aventurera y con un rojizo pelo Pantene. Y escribe obras de teatro preciosas (ved ‘Historias que no suceden’).
A Lidia LA ADORO CON LA FUERZA DE LOS MARES. Como le cantamos de madrugada en aquel audio súper necesario para sus oídos: “Lidia Fraga, haga lo que haga”. Viva Galicia.
Maite transmite una sabiduría guionística tremenda (me encantaba escuchar sus intervenciones en las ponencias). Una paz tremenda. Un buen rollo tremendo. Se merece todo lo bueno que le pase.
Sergio, un tipo (a priori) tranquilo, con un talento y un ingenio humorístico que ya querrían tener muchos/as guionistas. ¡Encima es toda una Wikipedia cinéfila!
Willy, aparte de ser un tío de p. m., es alguien con quien nunca te puedes aburrir porque tiene mil trescientos millones de anécdotas para contar, a cada cual más interesante y bizarra. Fan.
Y como no, Diana, la luz que ilumina mi camino islabenturero. Mónica, nuestra inspectora jefa de confianza. Y Atteneri, mi (inesperado) oráculo Army.
Todas/os ellas/os han logrado que este laboratorio no haya hecho más que mejorar.
En fin, así ha sido mi segunda semana de IsLABentura. Ahora, a continuar escribiendo el guion de ‘La hereje’ y a preparar un pitch con el que nuestro querido Guillermo García-Ramos no se lleve las manos a la cabeza.
¡Muchas gracias por leerme!