Segundas partes nunca fueron buenas… Bueno, menos el Padrino, Shrek, o volver a isLABentura.
En 2022 tuve la oportunidad de estar con 21 años en mi primer laboratorio de guion. Y aunque era el más joven y el más inexperto, fue todo un aprendizaje poder estar acompañado por los mejores tutores y compañeros posibles. Y cuando esa edición llegó a su fin lloré mucho. Terminar aquel laboratorio fue como despedirse de esa pareja a la que sigues queriendo, porque sabes que es una de esas oportunidades que rara vez se presentan en la vida.
Hace casi un año me junté con Sara Molina, compañera y amiga de la primera edición y decidimos empezar a escribir juntos una serie sobre un chico que tiene el sueño de ser drag queen. Una serie sobre lo que más nos gusta del carnaval y que hablase de lo que es intentar ser artista en un sitio como Canarias donde la cultura está tan denostada. Y aplicamos a isLABentura por segunda vez. Y volvimos a tener la fortuna de estar aquí otra vez.
Y aunque los compañeros y los tutores son otros, no han cambiado tantas cosas: sigo siendo el más pequeño y el cariño y la magia en este laboratorio siguen siendo las mismas.
Muchísimas gracias a Pepe Coira por acompañarnos a Sara y a mí en este camino.
Gracias a María José, a Lorena, a Natacha y al resto del equipo de Canary Islands Film por aportar una iniciativa donde lo “nuestro” tiene valor, pero sobre todo por hacerlo en un tiempo en el que lo “nuestro” está cada vez más en peligro.
Muchas gracias al equipazo de comunicación Julia, Daniel y Silvia por la magia en las imágenes.
Gracias a papá por aguantarme en el viaje.
Gracias a la Film Commission de Fuerteventura por el recibimiento y el trato en la isla.
Y, por supuesto, gracias a Miguel Ángel, a Ana y al IES San Diego de Alcalá por abrirme las puertas y ventanas de sus casas, y muchas gracias a toda la gente que compartió sus vidas conmigo, sin ustedes las historias que escribimos no tendrían sentido.
Revisitar Canarias con los ojos de quien quiere contar lo que sucede es siempre una gran oportunidad y soy tremendamente afortunado de hacerlo por segunda vez gracias a este lab.
Y cómo no, gracias a todos los compis, porque ustedes son, sin duda, lo mejor de este viaje.
Nos vamos de Lanzarote y Fuerteventura con la maleta llena de aprendizaje para las historias que tienen que contarse. ¡Qué ganas de vernos en el Hierro!