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Nacho PeñaProceso Creativo

Sobre finales y otras cosas por Nacho Peña

Se supone que todo tiene un principio y un final. Aunque a veces los finales son principios de otras cosas. Hay finales que dejan finales abiertos o, igual, después de los créditos finales hay un final escondido que no es un final, sino el principio de otra cosa. Me esmero en buscar la excusa para convencerme de que esto no puede ser el final. No es posible que hayan pasado seis meses y que Islabentura haya terminado.

Todo está aún en el aire y, como buen nostálgico, odio una despedida. Han tenido que pasar días para poder sentarme a escribir. Llegué a casa embajonado tras el último encuentro. Entregar la peli en septiembre era la antesala de lo que se venía: el pitch, la gala final y el final trágico que me agitaba incluso antes de ir: despedirme de todos y todas. Y es que yo pensaba que este LAB iba de escribir guiones, pero qué bonita sorpresa entender que no va de palabras escritas, sino de personas.

Revivo estos meses con una sonrisa en la cara. Recuerdo las llamadas con mi tutora, Teresa Bellón, a la que, en una de nuestras últimas conversaciones, le confesé que cómo era posible que yo haya vivido 40 años sin tenerla en mi vida. Revivo los tres encuentros que hemos tenido a lo largo de este año y recuerdo a todas las personas que han ido apareciendo y que ya son parte de esta edición de Islabentura. Recuerdo las risas. Risas de las buenas, las que te dan agujetas en la barriga. Recuerdo emocionarme al ver a mis compañeros hablar de sus proyectos y abrirnos en canal con la confianza que te da la gente de verdad, la que quiere ayudar, la que escucha con el corazón. Posiblemente esté un poco ñoño, un poco sensible, pero es imposible no estarlo después de este viaje. Y sé que no soy el único. Es difícil de explicar, mejor vivirlo. Lo que sí está claro es que Islabentura será, para siempre, un lugar calentito en mi memoria.

Y, para ir acabando: Abril es joven, mi primer guion de una película. Octubre de 2020 es la fecha que aparece en una libreta vieja que tengo, que ubica aproximadamente cuándo empezó este viaje. Los primeros apuntes de algo que no sabía qué iba a ser. Ha sido un viaje jodido hasta llegar aquí, pero creo que lo sabía. Nadie regala nada. La peli sigue viva, queda trabajo, pero hay que darnos un respiro, y por eso me miro y me digo: siéntete orgulloso, lo conseguiste. Está bien darse un refuerzo positivo, pero sin fliparse. Seguimos currando, seguimos creciendo y seguimos aprendiendo.

Y como ya te dije que odio las despedidas, no te digo adiós, sino hasta luego. Nos vemos por el camino y si todo final es un principio, que empiece lo que venga.