No os voy a mentir, con este título y con un tratamiento de guion tan granuja y subversivo como el que envié, no pensé que me fueran a seleccionar para la edición del IsLABentura de este año o de ninguno. Las tres páginas de diálogo, con las que comienza el guion incluyen la clase de intercambio que invitan a que parte del público más remilgado se levante y se vaya de la sala de cine. Para el público que se quede, esta puede ser su película favorita del año.
Con ello, una vez enviada mi solicitud no podía dejar de pensar en el tratamiento así que agarré esa escaleta y en 10 días tenía aquello que Paul Thomas Anderson llama un “vomit draft” (un primer borrador con todas las ideas que tenía, más o menos enhebradas; una semilla del jardín en que se acabará por convertir el guion final).
Cuál fue mi sorpresa cuando un lunes de primeros de abril me llama María José Manso, la mamá de IsLABentura, para invitarme a ser uno de los protaguionistas de la edición de este año. Mi respuesta, un rotundo: “sí quiero, mamá”.
Esto de escribir guiones y hacer cine es una ciencia inexacta; uno no hace la película que quiere sino la que puede. Este espaldarazo para Tourist Go Home viene en un momento en el que he agotado mis opciones dentro de la independencia radical de mis dos guiones/largos autoproducidos y decido mirar hacia la industria para dejarme seducir por sus cantos de sirena. Esto está pasando cuando tiene que pasar; las sincronicidades que llamaba CG Jung.
Dentro de la matriz de IsLABentura me pongo en contacto con mi tutora, la maravillosa Isa Sanchez, y es donde ya lo entiendo todo. Isa y yo compartimos sensibilidades muy similares, una especie de autenticidad punk. Y como buena punk al leer mi “vomit draft” me da un meneo de campeonato. Todo en orden. Tengo seis meses para plantar un jardín y la jardinera jefe sabe lo que se hace.
En IsLABentura, la cosa no va solo de escribir, sino de cómo vas a presentar y vender tu producto final y para ello asistimos a dos talleres de formación en Lanzarote. En el de la mañana con Cristina y Elena, se nos invita a la introspección, a buscar nuestro id en la historia que estamos contando, aquello que dice Scorsese; que lo personal es lo más creativo.
Por la tarde Josep nos da cuatro tortazos a los que argüimos que eso de hacer pitches (presentar nuestros proyectos en público) no es para guionistas.
Escribir es re-escribir. Let’s go (home).