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Marga DoraoProceso Creativo

Una casa llena de post-it

Hola, me llamo Marga y tengo la casa llena de post-its*. Ni una comisaría, vamos. Creo que ya sólo me falta empezar a hilarlos con trozos de lana. Claro que si hiciera eso tendría que elegir bien los colores, porque si no tengo cuidado, la pared** de mi cocina pasaría de parecer una investigación criminal a una colcha de patchwork. Y eso nunca, mira.

Sí: he dicho la pared de la cocina. Que sé que es raro, que lo de hacer mapas de tramas es algo más digno de, no sé, una pizarra blanca colocada de forma provisional sobre la pared color caldera de un moderno salón, una oficina con relucientes cristaleras, o un vivido despacho lleno de libros a medio leer. Pero es que mi cocina es la estancia más grande de mi casa. Son las cosas de las casas antiguas que tenían algo absurdo llamado recibidor. Lo único que recibe el mío, os diré, son tramas indecisas.

Así que, desde que volví de Lanzarote a finales de abril hasta hoy, mi cocina, además de servirme para, en fin, cocinar, ahora también es testiga diaria de mi drama, que en realidad es comedia. O al menos lo será cuando le vea la gracia.

Y ahora en serio. Sí, estoy escribiendo mucho. Y estoy re-escribiendo mucho, no, muchísimo. Y aunque lo estoy disfrutando, -porque Islabentura es un sueñazo-, también estoy sufriendo lo más grande.

Oiga, que es que me acuesto y me levanto pensando en los personajes de mi historia ‘Astro!’; que como no tengo bastante con mis propios problemas, encima tengo que andar siempre resolviendo los de personas que no existen. ¡Pero es que las he creado yo! Así que debo (y estoy en ello) conocerlas casi mejor que a mí misma.

¡Y me encanta!

Esto hay que entenderlo. Porque sí, escribir es sufrir a veces, pero no puedo, -ni quiero- imaginar mi vida sin hacerlo: sin sacar a mis personajes a jugar, sin hacerlos caminar por tierras escarpadas en busca de aventuras, o sin convertirlos en soñadores que quieren viajar a lejanos e inalcanzables planetas.

Escribir es fácil cuando es fácil. Pero es difícil, y mucho, cuando no lo es.

¡Y en eso estamos! ¿Qué cómo me siento? A veces frustrada, a veces emocionada, a veces más frustrada que las otras veces, pero, en general, muy realizada. Pero como me dijo mi primer jefe cuando, trabajando en la radio, me mandó con una unidad móvil que no sabía manejar, a cubrir un juicio que tendría luego que retransmitir a nivel nacional, -y todo eso sin tener ni puñetera idea de periodismo judicial-, “se sufre, pero se aprende”. Y anda que no aprendí ni nada.

Lo que también es cierto es que si bien lo de que escribir es re-escribir lo tenía muy claro antes de entrar en Islabentura, lo de gastarme medio sueldo en sticky notes no lo vi venir.

 

*¿Es post-its el plural de post-it?

**Ninguna pared ha sufrido daños en la creación de este post.

– La pared que sale en la foto no es la mía, repito: no es la mía.