
Llego cansado compañeras. Con la lengua fuera. Esta vida creativa que no da tregua oiga. Sobre todo cansado porque en la segunda semana de encuentro en Islabentura le hemos dado mucha caña al cuerpo. Mucho encuentro, mucha gastadera de batería social, mucha información, valiosísima pero a granel. Talleres de mañana y de tarde, quieres quedarte con todo, anotarlo todo, cualquier detalle puede cambiar tu vida. Exagero. Pero sí, absorbes como una esponja. Mucha emoción, muchas dudas, mucho replanteamiento sobre qué estamos haciendo aquí y yo, particularmente no he escrito ni una sola palabra de mi guion, debido entre otras cosas a un percance con el disco duro de mi ordenador que de la noche a la mañana dejó de tener vida. Y digo yo, que por qué lo llaman disco duro, si no es duro. Si fuera duro no se rompería. Bueno, parece que las cosas duras también se rompen.
Durante la semana hemos hablado varios compañeros sobre cómo nos sentimos, cómo nos hemos sentido con nuestras historias. Y esa conversación me acompañó hasta el último día, hasta el último ser del que me despedí en el aeropuerto. Compartí mi inquietud con uno de los Pablos al irme al aeropuerto y me preguntaba una y otra vez, ¿qué estoy haciendo? ¿va a interesar mi historia a alguien? Y resulta que en el Faro de Arinaga, tuve una revelación. Va Arantxa Cuesta y lanza un torrente de luz sobre mí cual faro mágico de la vida, y me dice sabiamente: “Si te interesa a ti, va a interesar a los demás”. Qué lista es. Tiene razón. Tiene sentido. Estoy “jarto” del síndrome del impostor y del techo de cristal y de la madre que los hizo a ambos. Vamos con todo, me importa mi historia y creo en ella. Y claro, como soy palmero, esta sesión de Islabentura, este encuentro, termina como empezó todo, con una conversación con su Directora, también palmera y por lo que coincidimos en el aeropuerto. Está súper ilusionada con la posibilidad de que un proyecto que ha pasado por el Laboratorio logre producirse y con el que convencimiento de que no será el único. Ilusionante.
Me ha encantado conocerlos más a todos chicos y chicas participantes, son fuente de verdadera inspiración. Anoche lo hablaba con Nacho, quién nos iba a decir que tiempo después íbamos a estar aquí, escribiendo nuestra primera peli, compartiendo tiempo y espacio con guionistas de primer nivel, que nos iban a tratar con tanto cariño y dando luz a nuestras historias. En fin, que está uno feliz, afortunado, en las nubes, de nuevo literal porque voy en Binter. Me encanta escribir cuando voy en avión. Algo pasa ahí. Este Binter, con sus muchitos en bolsa verde…
Aunque no haya habido bañito y chipito de ron miel, a pesar de los pitidos y el reggaeton del campeonato de volley celebrado junto al hotel desde primera hora, a pesar de aquello que me contaste pero mejor que lo cuente él o ella, de las pocas horas dormidas, este encuentro ha sido, como bien ha dicho Yaiza hace un momento, MEMORABLE. Gracias Lore, Natacha, grupo Muak, Nuria de La Film de Gran Canaria, Hotel Cristina, conductores, viandantes y bañistas.
Y por supuesto gracias María José.
Seguimos escribiendo!