
Se acerca el ecuador de la abentura y, a estas alturas, cada vez tengo más claro que el guión que Rebeca y yo tendremos en nuestras manos al final de la experiencia es, a todas luces, un McGuffin. Desarrollo esto.
En nuestro proyecto ‘Pobres Diablas’, dos chicas adolescentes deciden fundar un club de lucha canaria femenino con el objetivo de conseguir el dinero necesario para llevar a la localidad de Frontera (El Hierro) al artista de reggaeton más importante de todos los tiempos: Don Omar. En este caso, el cantante puertorriqueño sería el McGuffin de nuestras chicas, el motor de la trama que les impulsa a hacer el cafre hasta límites insospechados. Y como pasa siempre con estos objetivos tan ambiciosos, llega un punto en el que da igual si lo consigues o no, lo importante es lo que has conseguido por el camino.
Trasladando esto a Islabentura, el guión es la excusa –sin ánimo de desmerecer a nuestras teens reggaetoneras– para vivir una de esas experiencias que se graban a fuego.
Curiosamente, hay más paralelismos entre las ‘Pobres diablas’ y mi travesía canaria.
Para empezar, ellas tienen que recurrir a un mentor que les ayude a conseguir la victoria en un campeonato de lucha canaria. Algo que no es nada fácil teniendo en cuenta que son personas totalmente nulas en Educación Física (ni confirmamos ni desmentimos que Rebeca y yo nos hemos inspirado en nuestra propia experiencia). Por suerte, nosotros también tenemos una mentoría que nos está ayudando a poner orden en un guión un tanto peculiar, a la vez que nos anima a sacar el lado más mamarracho y sinvergüenza de la historia. Gracias por tanto, Marta.

Esta es la foto más decente que tenemos del proceso creativo. Estábamos contentxs porque habíamos solucionado uno de los cien agujeros de guión que teníamos.
Sigo con los símiles: nuestras dos protas son las míticas A.P.S. (Amigxs Para Siempre, jerga de agenda millennial) que siempre han estado solas en el insti y un poco marginadas, pero gracias al club de lucha canaria consiguen hacer nuevas amistades. ¡Justo lo que me ha pasado a mí en Islabentura! Que yo iba con el objetivo de ser una persona antisocial que va a su bola y, al final, parece que voy a salir de aquí también con A.P.S.
Y aquí no acaban las comparaciones: las diablas tienen su historia de primer amor, como el que yo también experimenté en Fuerteventura. Un romance que no había vivido hasta la fecha y que no era consciente de que podía ser tan fuerte. Un amor que estoy viviendo con la misma intensidad de mi primer rollo adolescente que tuve con un chico gótico que estaba obsesionado con Marilyn Manson (esto ya lo desarrollaré en otra entrada). Obviamente, estoy hablando de mi affaire con los hoteles 5* y espero poder seguir consumando esta pasión en mis próximas visitas a Canarias.

Mis A.P.S. de El Hierro.
Esta entrada se podría resumir, básicamente, en que está genial hacer un guión que lo mismo algún día se llega a producir. OJALÁ 🙏🏻 Pero mejor aún es tener nuevos amiguis a los que les mandas un whatsapp para decirles “Oye, de qué vas a hacer tú el segundo post???? Porque yo no lo he empezado y me trae por el camino de la amargura”.
Este es el verdadero premio de Islabentura.
Y lo demás, es puro McGuffin