Son días difíciles y resulta casi imposible no obsesionarse de una forma u otra, con lo que es, pudo, podría y puede ser. Pero ahora no hay tiempo de cambios sino de seguir hacia adelante con lo planeado y confiar en que el trabajo hecho previamente dará sus frutos.
Me gustaría compartir como estoy sintiendo y viviendo esta experiencia tan intensa de escribir, y en mi caso, de escribir mi primer largometraje. Tampoco me parece muy interesante lo que estoy haciendo: escribir, editar, reescribir, entrar en un estado de pánico… y volver a repetir. Sería una entrada muy, pero que muy corta. Pero esto es escribir, y lo que estoy haciendo también lo es. Supongo que con tanto escribir, la palabra está, quizás, perdiendo el sentido.
Lo que sí he sentido es una claridad sobre quién es mi protagonista, mi Olivia, y a la misma vez un orgullo sobre quien fue, quien pudo ser y quien es en mi cabeza. Con toda esta emoción he escrito, o más bien he “compuesto” usando como base e inspiración el poema de Lope de Vega “Esto es amor”… A riesgo de parecer cursi y extraña, me apetecía compartirlo, así que aquí se los dejo:
Esto es escribir
Imaginar, concebir, estar exaltada,
acongojada, segura, tímida, inmutable,
eufórica, sosegada, mordaz, sociable,
férrea, cambiante, abatida y motivada;
No hallar fuera de la trama verso y prosa,
atreverse a mostrar lo escrito con recelo,
esperar halagos, pero necesitando primero,
recibir asesoría y crítica con mirada recelosa;
huir al diccionario tras el primer obstáculo,
aceptar la definición de la RAE como verdad,
olvidar las muletillas, amar los sinónimos;
creer que en una página una historia cabe,
dar la vida y el alma por un giro de guión;
esto es escribir, quien lo probó lo sabe.
Esther a la Vega.
PD: He encontrado el lugar en el que está enterrada Olivia Stone. Quizá cuando termine con el guión vaya por allá y le ponga unas flores, o un poquito de sal marina y le de las gracias por sus libros, su talante y su memoria.