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El Hierro ha sido una montaña rusa de emociones que iba a varias velocidades. Unos vagones subían, otros bajaban, otros iban más lento y otros más rápido, pero al final todos llegamos al mismo punto. Un lugar en donde ENCONTRARNOS con todas las letras. Realmente, ha sido una aventura en sí misma y un descubrimiento maravilloso.

Recordaba El Hierro como esa isla pequeña que vi en un fin de semana con mis padres cuando tenía diez años. Sigo guardando recuerdos de ella; una piedra que cogí del suelo, el avión azul oscuro que me recordaba a un avión de guerra o una foto con mi camiseta de las Spice Girls. 25 años más tarde todo se ve muy distinto, pero a la vez muy igual. La isla sigue siendo igual de mágica, con sitios increíbles, vistas impresionantes, pero algo ha cambiado. Ha cambiado el ¿para qué? como diría mi querida Natalia Mateo.

El Hierro ha sido la segunda isla elegida por el laboratorio de Islabentura. Esta semana es una de las más importantes porque afianza el vínculo entre los participantes y los tutores. Pero, además, con la diversidad de talleres, los conocimientos nuevos afianzan las bases de nuestras historias. Curiosamente, por estas mismas fechas hace un año, estuve de invitada en Islabentura cuando se hizo en Tenerife. Me pareció tan increíble e inmersiva la experiencia que esa semana me prometí a mí misma que haría todo lo posible por ser seleccionada al año siguiente, y, SPOILER para la Atteneri del pasado, así fue.

Pero hablemos del presente. Esta semana hemos tenido talleres de todo tipo. Empezamos con el gran Joaquim Oristrell. Hizo un curro de documentación impresionante con cada una de nuestras historias. Nos regaló feedback a cada uno de nosotros y nos dedicó todo el tiempo que pudo. Después de toda la ayuda que recibimos de Joaquim, quisimos acompañarle en una noche muy especial para él viendo juntos el estreno de la temporada 3 de su serie HIT en TVE. Fue una experiencia brutal para terminar un día intenso de aprendizaje inmersivo.

El día siguiente no se quedó atrás, mi querido Pepe Coira. Para mí ha sido uno de mis grandes descubrimientos. La primera semana en Lanzarote casi no crucé palabras con él, por lo que juré que no me iba a volver a pasar lo mismo en El Hierro. ¡Qué hombre tan humilde y tan generoso! Cada vez que le veía se me llenaba la boca diciendo su nombre: ¡¡Pepe!! El pobre, creo que ya no podía más conmigo, le gasté el nombre jeje. Pepe no solo nos acompañó a las excursiones donde recorrimos localizaciones de su serie Hierro, sino que también nos dio un taller súper interesante sobre cómo plasmar el territorio en los guiones. ¡Grande Pepe!

Y el último taller con Natalia Mateo ya fue sacar el tapón y dejar todo fluir. Natalia llegó para canalizar toda una semana de emociones. Su taller iba sobre la dirección de actores y actrices y, aunque la mayoría no había coqueteado con esta práctica, acabamos todos entendiendo que el oficio del actor/actriz es único, inigualable y muy difícil. Todas mis ovaciones para ellos desde mi humilde post. Dos de mis compañeros, Alex Ygoa y Marga Dorao, se atrevieron a ponerse en la piel de los actores para conseguir la emoción de una escena que había traído Natalia. El momento que se creó entre ellos fue tan bonito que muchos de nosotros acabamos llorando, porque todo era real y lo que decían lo comunicaban desde la verdad. Gracias Natalia por regalarnos esta experiencia.

Para rematar la experiencia de los talleres tuvimos las excursiones. Fueron días intensos e inolvidables y creo que hablo por todos. Vimos tantos lugares, conocimos a tanta gente y probamos tantas cosas que ya no me caben más recuerdos en mi mochila de El Hierro. Disfrutamos de la esencia de la isla y me hubiera encantado quedarme allí por un mes más y seguir descubriendo rincones. Aunque he de decir que lo que más destaco de las excursiones es la cara de alegría y fascinación de las personas que no habían visto nunca la isla. Esas sonrisas me las guardo para siempre en el corazón.

No puedo acabar esta publicación sin mencionar a mi querido tutor David Muñoz. ¡Eres el mejor tutor del mundo! Gracias por aguantarme, por tu paciencia y por todo el cariño que me regalas en cada palabra de aliento que me das. Ya te conocía de antes cuando fuiste mi profesor en un máster y desde ahí ya flipaba contigo, pero ahora que he visto más facetas de ti, me fascinas aún más. Eres una bellísima persona y un gran profesional.

Mención especial al Balneario Pozo de la Salud y a todos sus trabajadores. Se portaron increíble. Me he sentido super bien acogida y gracias de verdad, porque entre todos los trabajadores del hotel crearon un hogar. También gracias al cabildo de El Hierro por hacer todo esto posible, a la Film Commission y a Merca Hierro por los regalitos tan apetecibles que nos dieron. Y, por supuesto, gracias a mis adoradas Maria José Mansó, Lorena Martín y Natacha Mora, son unas genias y tienen un corazón de oro.

¡Hasta la próxima!