Querido Diario,
Cuando era pequeño me encantaba la película Los Increíbles de Pixar. Me sabía los diálogos de memoria y deseaba con todas mis ganas formar parte de esa familia. Pero durante unos carnavales, yendo yo disfrazado de Mister Increíble, me dio pánico acercarme a una carroza con temática de la película. Pensaba que eran los de verdad y no quería que se decepcionaran al darse cuenta de que no era un superhéroe. Han pasado casi 20 años de aquello y sigo teniendo el mismo miedo.
Cuando durante la primera semana de Islabentura tuve que hacer un pitch improvisado del proyecto ante mis compañeros, tutores y demás personas. Al ver la aceptación y las risas que generaba en ellos, sentí como una parte del proyecto me era arrebatado. No paraba de repetirse un pensamiento en mi cabeza:
“Ahora no solo me tiene que hacer reír a mí, si no que tengo que hacer reír a los demás.”
Ese pensamiento constante desencadenó en un bloqueo creativo, que a día de hoy persiste. No sé muy bien qué es lo que estoy haciendo, ni a dónde se dirige este capítulo piloto. Hoy más que nunca cobra importancia lo de ‘Muchachito Confuso’ en el título.
Hay ocasiones en las que me siento como un boxeador que recibe golpes por todos lados y se queda inerte tratando de aguantarlos. En otras ocasiones, me siento terriblemente solo, y no hablo de la soltería. Si no por la soledad de un proceso creativo, en el que tienes que convivir con tus inseguridades y miedos. No sé dónde plantar el pie, ni si soy merecedor de hacerlo.
En fin, al igual que Los Increíbles, yo también estoy luchando contra un Síndrome.
El Síndrome de Los Increíbles destruía toda una ciudad por rencor y quería acabar con toda la familia de Mr. Increíble. El mío, no me deja disfrutar de las cosas buenas que me suceden en la vida por no sentirme merecedor de ellas. No seré yo quien decida qué Síndrome es peor…
Síndrome del Impostor 2 – Ale 1.
Ale
P.D.: Jak Jak es el mejor personaje.