Skip to main content

24 de septiembre, fecha para recordar… ¡Y es que entregué a IsLABentura la primera versión de mi largo “Una suicida en Mafasca”! Y madre de Dios, ¡qué parto! Bonito, ¿eh? Porque al final todo el proceso de escritura de esta historia me ha resultado bonito. Pero también sufrido, las cosas como son. Qué momentos de miedo, de pensar que no iba a ser capaz, que no iba a llegar, cuántas dudas con el material… ¡Cuántos agobios!

Si compatibilizas IsLABentura con un trabajo o con estudios, como creo que hacemos todos los participantes, por momentos es complicado. Porque las otras tareas nos llevan tiempo, y por otro lado está el crecimiento de esta historia tan tuya a la que quieres dedicar también toda tu energía. Y en mi caso además se sumó mi primer embarazo.

Y es que en primavera de este año hubo dos buenas noticias que vinieron de la mano. Ser seleccionada en el laboratorio y al poco quedarme embarazada. Y aunque en aquel momento pensé: “No pasa nada Maite, puedes con todo. Son como dos bebés que van a ser gestados juntos, el proyecto creativo, el humano…”, la verdad que ha sido intenso. Aunque me alegro muchísimo de haberme metido en este jardín. Ha supuesto mucho esfuerzo, muchos fines de semana trabajando, seguramente menos descanso para mi cachorrín -Pobreee… Ésta es la madre que le ha tocado o que ha elegido, quién sabe-, no parar de escribir ni en vacaciones, etc… Pero a pesar de la zozobra y de preguntarme por momentos por qué había estado tan loca de no renunciar, también he encontrado mucho descanso en no haberlo hecho. Llevar al papel esto que pulsaba por salir me ha dado calma. Ha sido sanador. ¡Y muy divertido! Porque anda que no ha habido placer y disfrute en el reto de imaginar mi largo, algo con lo que llevaba soñando mucho tiempo.

Por eso sin duda el pasado 24 de septiembre del 2023 fue un día bonito que voy a atesorar en mi corazón. Me sentí plena y muy contenta por haber sido capaz de llegar hasta aquí. ¡Haber alumbrado al primer hijo!

Y ahora con calma a por el siguiente. ¡Ay!