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Judith Alzola RomeroProceso Creativo

SEGUNDO ENCUENTRO ISLABENTURA 2023

Después de varios meses sentada frente a la pantalla del portátil, la promesa de un encuentro presencial organizado por isLABentura Canarias es como ver los cielos abiertos. Me desatornillo del escritorio y pongo rumbo a Tenerife, a San Cristóbal de la Laguna; una ciudad en la que, hace muchos siglos, centelleaba un lago transitable. Ahora, con toda el agua evaporada y en plena canícula, la Laguna todavía guarda esa melancolía plácida y misteriosa de los lugares en donde algo hubo y algo siempre queda. Los reencuentros con los compañeros, los tutores y la organización son dulces y cargados de una energía eléctrica alimentada por la anticipación y las ganas de ponerse a trabajar.

La semana comienza con unos talleres formativos que tienen lugar en el Convento de Santo Domingo. Duran tan solo dos días pero, al terminar, tengo la sensación de haber adquirido los conocimientos de todo un cuatrimestre universitario. Tomás Rosón, abogado especialista en derecho audiovisual y santo patrón de los guionistas españoles, comparte con nosotros de manera nítida, minuciosa y asequible temas tan fundamentales para un guionista como la propiedad intelectual y los derechos de autor. Marta Buchaca, dramaturga, guionista y directora teatral, analiza con nosotros posibles adaptaciones de la obra teatral ganadora de un Pulitzer: “La madriguera”. Nos habla con naturalidad y pragmatismo, sin dejar a un lado la sensibilidad, de la importancia de la esencia del material a adaptar y de cómo mantenerlo a pesar de las supuestas diferencias entre el medio teatral y el cinematográfico. Peter Andermatt, director de la oficina MEDIA España, abre la mañana de la segunda jornada de talleres explicándonos las diferentes ramas en las que MEDIA ofrece su ayuda para el desarrollo de proyectos audiovisuales europeos. El interés por la industria audiovisual en Canarias en el contexto europeo me hace sentir mucha ilusión por los puentes que se crean entre el gran número de profesionales talentosos que residen en el archipiélago y aquellos establecidos en el continente. Terminamos con Luis Alcázar, Subdirector de desarrollo de Negocio e I+D de Tesseo Producciones, que nos sumerge en la producción y la narrativa transmedia, captando nuestra atención desde el primer minuto mientras transita con ritmo e ingenio desde los métodos de trabajo hasta las diversas tendencias en este tipo de producciones.

Los dos días siguientes se dedican al taller de pitch. Entramos a la Cámara Alta del Teatro Leal con prudencia y a la expectativa porque para un introvertido, como suele ser el caso de muchos de los que escriben, la idea de subirse a un escenario a presentar un proyecto hace saltar todas las alarmas y los mecanismos de defensa que la naturaleza nos ha echado al hombro. Sin embargo, Guillermo García-Ramos nos hace sentir cómodos y seguros nada más entrar. Le da la mano y se presenta a todos los asistentes. Durante sus sesiones apela a dos sentidos fundamentales: el común y el del humor. Relativiza y analiza con perspectiva las funciones y resultados de un pitch, motivándonos a comunicar nuestro trabajo con ilusión y profesionalidad. Personalmente, le quiero agradecer la bonita conversación que tuvimos durante el almuerzo en Garachico que me llenó de confianza y ánimos para “Calado”.

Entre taller y taller, Tenerife Film Commission nos lleva a varias excursiones en las que paseamos por paisajes de una belleza impresionante. La fuerza y la rotundidad del Parque Nacional del Teide son arrolladoras. El llano de Ucanca, una extensa planicie salpicada de monolitos vigilados por el gran volcán, remueve algo en lo más profundo del instinto; un recuerdo milenario que parecen lanzar los minerales que aún nos componen y que continúan misteriosamente imantados a ese paisaje primitivo. Pasamos también por el mar de fincas de plataneras de Garachico y el Parque Rural de Teno donde, a pesar del viento, pudimos disfrutar de sus playas y las vistas de sus monumentales y dramáticos acantilados.

Uno de los momentos más emocionantes y divertidos de este encuentro fue la final y la entrega de premios del concurso juvenil: “¿Y si contamos nuestra historia?”. Al estar sentada al fondo de la sala fui testigo de la reacción de los familiares de los participantes a cada galardón.  Cuando por fin se anunció el primer premio, a una señora mayor sentada a mitad de sala se le resbaló el móvil de las manos al tiempo que reprimía una exhalación. Acto seguido se enjuagó una lágrima furtiva y continuó el reportaje gráfico con el pulso algo afectado. Me enterneció su emoción, su compromiso y su diligencia al inmortalizar el logro familiar.

Para ir cerrando este tercer blog de la experiencia que está siendo isLABentura, como creo que será el último, me gustaría hablar de mis compañeros. Me quedo con esos destellos de encanto que producen de manera inconsciente en multitud de ocasiones: al recordar el nacimiento de sus hijos, al inventar historias rocambolescas y delirantes en cuestión de minutos durante la cena, al hablar de esa lucha dura y silenciosa de mujeres que cuidan y escriben, que escriben y cuidan durante años, al evocar los sonidos mañaneros de un barrio popular en una megalópolis que vibra al otro lado del océano, al compartir el sacrificio diario -y nocturno- de sus sus padres por apoyar sus carreras, al rememorar el orgullo de aquella primera vez que se les reconoció un escrito en la adolescencia o al relatar ese momento crucial en la vida en el que eligieron la escritura por encima de presiones injustificadas. Siento mucha admiración por ellos.

Cuando tenía dieciocho años, salí de las islas a estudiar Comunicación Audiovisual a Madrid porque en el archipiélago no había mucha más salida. Lo sabía todo el mundo: si querías formarte en cuestión de Cine y Televisión tenías que coger un avión. En los últimos veinte años se han creado eventos como el Festival Internacional de Cine de Las Palmas, El Festivalito La Palma, el festival MiradasDoc, la Muestra de Cine de Lanzarote o Animayo, se han fundado escuelas como el Instituto del Cine de Canarias o el Instituto de Formación e Investigación Cinematográfica, se han creado asociaciones como Microclima o el Clúster Audiovisual de Canarias y se han organizado laboratorios de escritura de guiones como isLABentura o el desaparecido LEAC. Es impresionante lo mucho que ha crecido Canarias en este sentido porque donde yo una vez vi un desierto, ahora hay un bosque. Se dice pronto, se da por sentado pero es fruto del esfuerzo continuado de personas apasionadas que creen en el potencial de un archipiélago que está situado entre tres continentes, en el punto cardinal de una paradoja; en mitad de la nada y en mitad del todo. Durante los encuentros presenciales de isLABentura he podido ver a Maria José Manso, Natacha Mora y Lorena Martín sembrando. Siembran lo que antes eran colinas peladas para que nosotros vengamos a pastar. Siembran para que el entorno desarrolle su propio ecosistema y atraiga nuevas especies. También siento mucha admiración por ellas y un profundo agradecimiento. Ojalá el jardín siga creciendo, extendiendo sus lianas a distintas orillas para que las hormigas transporten semillas de otros mundos al nuestro.