
¡Qué meses, madre mía!
Parece que fue ayer cuando volvía de Fuerteventura tras nuestro primer encuentro. El paso fugaz del tiempo estresa, te pone en alerta pero a mí a veces me alegra sentir que se me escapa entre los dedos, me da la sensación de no haber parado, de haber hecho miles de cosas, de haber aprovechado. Y eso me inspira, especialmente a escribir series sobre familias rocambolescas, un poco mamarrachas y sobre el oficio más caótico, a la par que noble, del mundo del espectáculo.
Aunque tras mi primer post igual ya se hacen una idea de la trama de mi serie, voy a refrescarles un poco la memoria, por los nuevos (o despistados). Mucha mierda es una comedia feel good– un Modern Family a la española con toda la esencia e iconicidad farandulera de Paquita Salas o Glee– sobre una familia excéntrica y narcisista que monta, sin tener ni la más remota idea, una compañía de teatro en Tenerife. Sofía, nuestra protagonista, que lleva varios años enferma con un tumor, acaba de recibir la peor de las noticias: el tratamiento experimental que prometía curarla no está generando los resultados que esperaban y es momento de empezar a poner sus asuntos en orden por si ocurriera lo peor. Sofía no lo duda dos veces y convence a su “curiosa” gran familia de ayudarla a montar una compañía de teatro como último deseo de vida. Lo que pasa es que pronto descubre que en realidad se ha curado y no le dice nada a nadie… ahora que su mayor sueño va a hacerse realidad, sería tonto echarlo todo a perder por una pequeña mentira piadosa, ¿no?
Durante estos casi dos meses de trabajo, ha habido mucha escritura. Empezamos sumergiéndonos en los personajes. Esta es una serie coral en la que aparecen bastantes personajes– unos más protagonistas que otros, obviamente – pero muchos personajes. En nuestras tutorías en Madrid u online desde Tenerife, Alba, mi tutora, me recomendó, muy acertadamente, no irme por las ramas y recortar un poco la lista para poder conocerlos y desarrollarlos lo mejor posible, centrándome en lo que será el corazón de la serie… las dinámicas entre todos ellos.
Después, empezamos a trabajar en el mapa de tramas y esto ha sido algo que me ha traído por la calle de la amargura. No me entiendan mal, he disfrutado muchísimo (y me he reído lo que no está escrito inventando situaciones alocadas para esta familia teatral) pero los mapas de tramas con tantos personajes, tantas subtramas y tantas dinámicas familiares no son tarea fácil. No pasa nada porque con la ayuda de Alba, que sabe encauzar perfectamente mis ganas de sobreescribir, hemos conseguido cerrar unas tramas divertidas, nostálgicas y estrambóticas, en las que priman las relaciones, complicadas pero muy humanas, entre las mujeres de esta familia. Próximo paso: escaletar el piloto y empezar a escribir. QUÉ GANAS.
En este tiempo también ha habido muuuuuuucha inspiración – que es mi parte favorita del trabajo. Por recomendación de Alba, he empezado a leer el libro Cómo orquestar una comedia de John Vorhaus, con el que, además de darme truquitos maravillosos para escribir la serie, me estoy riendo un montón.
Durante el mes de mayo, además, hice un maratón de pilotos de series de comedia, series que tuvieran un tono, trama o personajes similares a los de Mucha mierda y lo mejor de esto ha sido que cada vez que alguien me decía que me levantara del sofá e hiciera algo productivo, yo podía decirles que se callaran la boca, que estaba trabajando. En fin, que ahí va mi lista de series y ranking de favoritos:
- The Studio – perfecta en todos los sentidos; desde aquí pido perdón a toda la gente que se sentó a mi lado en el avión y me oía partirme de la risa yo sola con cada episodio. No hay duda, se ha convertido en mi serie favorita del año y ahora solo sueño con que Seth Rogen me llame para llevarle el café en ese writers’ room.
- Schitt’s Creek – mi gran descubrimiento. Iba a ver solo el piloto y acabé viéndome las dos primeras temporadas en menos de una semana. Ups.
- Modern Family – un must siempre. Mi ilusión en la vida es que uno de mis personajes sea un Phil Dunphy en potencia.
- Paquita Salas – vista setecientas cincuenta mil veces pero siempre hay espacio para un torrezno más. La mejor serie española ever created (a excepción de Aquí no hay quien viva, por supuesto). No es el piloto ni nada de eso y no servía de mucho interés en este estudio de mercado, pero sentía la necesidad de volver a reencontrarme con Bárbara Valiente y Magüi hablando catalán con Úrsula Corberó en la temporada tres.
- Glee y Smash – unas inmersiones divertidísimas en el mundo del espectáculo a las que siempre acudo cuando estoy un poco triste.
Pero si soy sincera, la inspiración de verdad no ha venido de ningún libro ni de ninguna serie. Junio ha sido, para mí, el mes del teatro… justo el mes en el que he estado escribiendo la que será, probablemente, la versión definitiva del mapa de tramas de la serie. Y era todo lo que necesitaba para estos meses de escritura.
¿Que por qué ha sido el mes del teatro? Bueno pues porque prácticamente no he salido de uno– en algunos momentos, en contra de mi voluntad🥴
Más allá de la compañía profesional de teatro de mi familia, también tenemos una academia de artes escénicas que cada año representa una cantidad ingente de obras de teatro como muestra de fin de curso. Además, si por algo es conocida la academia es por hacer siempre las cosas a lo grande aunque sea una muestra de alumnos y tampoco tengamos muchos recursos… camiones llenos, decorados profesionales, vestuario que ya querrían los de Broadway (y no es porque los haga mi mami ;)), cajas y cajas de atrezzo, un equipo técnico de unas veinte personas. Espero que con esto se hagan una idea del panorama… muchísimo trabajo, muchísimos cafés y una convivencia como la de Islabentura, aunque sin hoteles cinco estrellas.
Más de 250 alumnos, unos 18 montajes teatrales, más de 2.000 espectadores, una Raquel sin una gota de energía en el cuerpo y anécdotas para varias temporadas de la serie, me han dejado más que servida de inspiración y lo mejor es que no me he tenido que ir muy lejos para encontrarla, la tenía en casa.
En fin, que me voy a la cama ya, que estoy muy cansada. En un par de días me levanto y sigo escribiendo Mucha mierda – si es que me han llegado las vitaminas nuevas a la farmacia.
¡Nos vemos en Gran Canaria en unas semanas!